jueves, 12 de enero de 2012

MVP: "El otro Dakar"

Quedan pocos días para que termine la edición 2012 del Dakar, una edición en la que Nani Roma y sobre todo Marc Coma nos van a tener en vilo hasta el final para saber si pueden coronarse como campeones de la prueba entre las pruebas del mundo de los rallies de aventura y resistencia.

Una competición que cada año se hace más grande, avanza, da un paso más en la historia y en la que hay muchas historias, tantas como dunas y zonas desérticas atraviesa, que quedan más allá del día a día competitivo o de la repercusión del ganador de una etapa o la lucha entre Coma, Rodrigues y Despres por la corona en la categoría de motos.

Ahí, en las motos, se da una de esa historias que le dan al magia al Dakar, al Gran Dakar de los focos y la repercusión mediática, que son una pieza más de una prueba que año a año gana en belleza, competitividad y capacidad de enganche con el aficionado del deporte, en especial del deporte de motor, en una época del año donde los motores sólo rugen por Atacama.

Llegar a participar al Dakar, constituye para algunos pilotos, un rally de dificultades dignas a las que luego se encontrarán en la hoja de ruta y que supone un banco de pruebas para la resistencia, personal, la paciencia y la capacidad de seguir luchando por hacer un sueño realidad.

Ese ha sido el camino que ha seguido el aragonés Paco Martínez, que ahora esta haciendo su sueño realidad compitiendo en este Dakar, pero que ha tenido que vivir su propia " travesía por el desierto" para conseguir estar en la línea de salida.

Un camino que no ha hecho solo, ha tenido su propio GPS ( como el me dijo una vez en una entrevista, lo de las siglas es cosa mía, Grupo Personas que te Soportan) que le han ayudado en la logística, organización y sobre todo en conseguir los fondos para sacar un billete a un momento histórico para su vida.

Con una moto artesanal, una Kawasaki de Motocross, KX 450, que el y su "equipo" han preparado de manera casi orfebre para la ocasión, esta luchando por ganar su particular rally: Llegar a la meta.

Ha sido un año de trabajo, para quince días de aventuras constantes, en la que poco a poco ha ido adaptándose a las trampas que prepara la carrera. El primer día fue el último en la etapa, cosas de una inoportuna avería que le paraba el motor, pero poco a poco ha ido escalado puestos, ha ido en progresión.

Como el mismo me decía, es cuestión de "coger el ritmico", que esto no es la Baja Aragón a la que estaba acostumbrado. Coger el ritmo y a fe que lo esta haciendo. No sueña con ganar, sueña con llegar. Confiesa que su principal miedo es que una avería tonta le deje tirado y no le permita sentir la sensación de llegar, de saber que no hay que tener grandes medios para poder finalizarel Dakar. Martínez quiere confirmar que con la ilusión por gasolina y el trabajo como motor : Los sueños se cumplen.

Recuerdo con cariño, como a finales de Diciembre, justo antes de embarcar le entrevistaba y allí me contaba que había preparado todo para llegar, incluso una cuerda para atar la moto y aunque fuera con ella en la mano, cruzar la meta y acabar el recorrido.

Ya le queda poco y de momento no le ha hecho falta atar nada, la Kawasaki "made in Martínez" aguanta, tiene tesón, vamos un poco como los aragoneses, para cumplir lo que su piloto se ha propuesto.

Los focos no nos contarán si Martínez cumple su sueño, los focos iluminaran al ganador, pero Martínez , su mecánico Sergio Mateo y toda la gente que desde España mantiene y ha mantenido este sueño, se sentirán tan ganadores como el primero que acabe este Dakar.

Seguramente habrá otras historias como estas que se pierdan en el barro o entre las arenas del desierto. Miles de aventuras, dentro de la aventura más maravillosa del mundo.

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