En Japón pasaron cosas que parecía imposible que fuesen a pasar esta temporada y una de ellas fue la victoria de Johan Zarco. Esta vez si la victoria de verdad, ni se volvió para saludar antes de tiempo, ni empujo a nadie, gano sin cometer un fallo impetuoso y por primera ver fue el primero de la clase.
A nadie le pillo de sorpresa, llevaba todo el fin de semana avisando , como el alumno que antes de entrar al examen alardea de lo que ha estudiado, Zarco con sus tiempos y sobre todo con las sensaciones daba la impresión de conocer Motegi, mejor que su casa, avisaba que lo este triunfo no era una casualidad,ni un sueño, estaba todo muy preparado.
Ya sé que se puede pensar que todos los pilotos preparan las carreras, pero es que el galo reconoció que había seguido los consejos que le habían animado a adaptar su forma de rodar a las condiciones del trazado nipón, unos consejos que aplicados con cabeza ( esa que a veces desconecta cuando pilota) le han llevado a la victoria.
El francés ha sido como los personajes de Asterix y Obelix, irreductible, pero no en su defensa de la galia sino en la conquista de la gloria. Otra vez más se vio cara a cara con su peor enemigo, con ese Jimmy Neutron de 125 cc, Nico Terol, que casi siempre tiene un plus más de ritmo que todos y los hace bailar al son que él marca.
Casi siempre, menos ayer, que el alicantino reconocía que Zarco tenía más ritmo y que por querer forzar casi se pasa " tres pueblos" y acaba peor que en un segundo puesto.Entonces es cuando se conectó la cabeza del 18, que esta si que no sufre desconexiones pilotando, para pensar que a veces no hay segundo malo o leido de otra manera: cinco puntos menos, pero una carrera menos también.
Fue un buen día para Terol, un buen día para su equipo con el primer doblete de la temporada, con el tercer puesto de Faubel. Un tercer puesto con el dolor de los golpes de Aragón, aún recientes, pero en donde el dolor era mayor por no haber podido optar a estar más arriba. La lectura del que no se resigna con luchar por el bronce.
Al principio decía que en este pasado Gran Premio se vieron muchas cosas imposibles, voy a cerrar de otra que ya habrá que quitar de la lista. Podremos eliminar: romper una pieza y remontar 30 posiciones, que eso ya lo hizo Maverick Viñales. Aunque sé que podrías decirme, también Márquez y remontó a lo grande, cierto pero SuperMarc, aplico la magia a lo imposible no en su año de novato, el gerundense si.
Asusta dulcemente pensar cuanto genio de la moto tenemos en este país, contra ellos no pueden ni alemanes, ni italianos, ni galos, por muy irreductibles que sean.
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