lunes, 3 de octubre de 2011

MVP: 96 días después...

Cuando un político llega a un cargo, o alguien alcanza un cargo de responsabilidad, como ser rector de una universidad o simplemente entrenador de un equipo, hay un momento para hacer balance, los 100 primeros días. Un periodo de tiempo conveniente para que se comience a notar el trabajo realizado, para que la adaptación al medio sea total, para seguir progresando y avanzado en el trabajo.

Hay quienes necesitan un poco menos de tiempo para conseguir el objetivo marcado, que les sobran cuatro días para lograr revertir situaciones que parecían imposibles de revertir. Pero para eso tienes que llamarte Marc, apellidarte Márquez y tener un algo especial, que resulta complicado escribir con palabras.

Han pasado 96 días desde el Gran Premio de Silverstone, momento en el que soñar con ganar el mundial de Moto 2 era una quimera para muchos, que no para todos, pues quien tenía que creer creía. Aplicando el sentido común, que a veces no lo es tanto, pensó que para ganar la batalla al final, tendría que ir ganando cada pequeña batalla como si fuera la última. Sembrar de minas el campo de la moral de Bradl, mermarla poco a poco, hasta que le sintiera cerca. Sin soñar, despegándose del suelo y la realidad sólo cuando volaba sobre la moto. Volaba para acercarse a la cima, cada vez más cerca, pero sin perder el discurso: sólo pienso en la siguiente.

Engatusando con su cara de niño bueno, su sonrisa de hijo modelo y su mirada que destila hambre por aprender, así nos ha engatusado a todos, a veces hipnotiza a su propia gente, que hace del silencio y el asombro, menos la figura de Márquez padre, la mejor definición de lo que pasa cuando él pilota.

Y cuando tienes talento, disciplina y una orquesta perfectamente afinada a tu alrededor, pues sueles terminar por hacer una sinfonía maravillosa. La melodía para una remontada, perfecta y terminada tras el segundo puesto de Motegui. Un segundo que le dio un primero, no es ironía que no ganar, te haga ganar. Es una muestra de inteligencia plasmada en sus propias palabras: " Cuando no se puede ser primero, hay que saber ser segundo", que parece fácil, pero no lo es.

No es fácil, pero él lo hace fácil, fácil lo complicado, posible lo imposible, como remontar 82 puntos y tener opciones de ganar el mundial: Misión cumplida y le ha sobrado tiempo, todo sin perder la sonrisa que hinoptiza, la palabra envolvente, el pilotaje potente y la sencillez como tarjeta de presentación.

Ahora con esos cuatro días que le han sobrado para reorganizar el panorama del mundial, es momento del descanso y el estudio,que el reto cambia, ahora los números dicen lo que muchos saben: en esta categoría, con mucho bueno alrededor, el 93 es el número 1.

foto:www.motogp.com

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