lunes, 19 de septiembre de 2011

MVP: Hay vida más allá de Stoner

Casey Stoner, gano, arrasó, dominó todo el fin de semana en Motorlan Aragón. Esa idea, esta sucesión de palabras, bien podrían haber sido escritas ayer, o hace un año y un día tras la carrera de 2010.

Y es que la pista de Helman Tilke y el piloto australiano parecen fundirse y hacerse uno, sea sobre una Ducati o sobre una Honda. Allí, Stoner se siente la estrella; más allá dela broma fácil que ayer con ese mono que llevaba y el tuning de las Hondas; no era complicado sentirse el centro de atención.

Stoner fue una estrella fugaz sobre la pista aragonesa, pasó a velocidad de vértigo a todos sus rivales y se retó con luz, vuelta a vuelta, mientras la brecha aumentaba, él se acercaba a su octavo triunfo del año y quien sabe si estaba empezando a sentenciar el Mundial.

Mientras el cometa aussie dejaba sus destellos sobre Motorland, tras su estela, había otra carrera: La vida más allá de Stoner.

Una vida, en la que Dani Pedrosa repetía el segundo puesto del año pasado, tras el mismo rival, que ahora comparte equipo con él, reeditando también el segundo puesto de los dos últimos grandes premios, haciendo fija su presencia en el podio, pero volviendo a estar a un paso para poder volver conquistar el triunfo que lograba en Alemania, cuando todavía las heridas le dolían.

Si algo ha cambiado con relación a 2010, es el tercer visitante del podio. Jorge Lorenzo, que el año pasado se bajó por primera vez del cajón en Motorland y que este año exprimió la moto, pese a no terminar de sentirse a gusto, ni con el agarre, ni con la pista ( según sus palabras, la peor del Mundial para su moto), para no permitir que la herida que el 27 ha abierto al frente de la clasificación fuese más profunda. Por, como diríamos por esta tierra, " no reblar" por no ponerle nada fácil la conquista de la corona de campeón, por la que luchará mientras queden puntos que le den opciones para seguir reinando.

Más allá del trio del corralito, Simoncelli y Spies, también revivían su particular duelo de "actores secundarios, con peso propio". Esta vez Bob, digo Marco, le gano a Ben, pero seguro que se volverán a ver las caras. Será si el italiano sigue templando su voracidad por apurar, que tantas veces le ha llevado al suelo, para conseguir engancharse a una zona cabecera donde cada vez es más frecuente ver al tejano.

En Motorland, también se han visto cumplidos los deseos previos de algunos pilotos, si no todos al menos algunos. " Quiero ser el primero de los mortales", eso me decía Álvaro Bautista el jueves en sala de prensa y ayer consiguió ser la primera moto , que sin ser Honda o Yamaha, cruzase la línea de meta.
Y eso, que a Bautista el clima no le había concedido su segunda petición: Calor para el agarre de su neumático trasero, para hacer una buena carrera. Pues cuando las cosas se tuercen, no hay nada como doblegar el esfuerzo para terminar consiguiendo lo que se quiere. Y eso es lo que hizo ayer el talaverano en Alcañiz. Tenía tantas ganas por conseguir cumplir su deseo, que su equipo tuvo que ponerle una vigilancia especial en parilla, que seguro que le dio mucha energía. Con esa energía y la destreza propia: ni frío, ni viento, ni neumático. Sólo pista para trazar y pilotos a los que adelantar, con la confianza de tener cerca el objetivo.

Uno al que le faltó, o le sobró Hayden, para conseguir su deseo, fue a Héctor Barberá. El de Dos Aguas, quería ser la primera Ducati en Motorland y a punto estuvo de hacerlo. Para ello, deslumbró con una salida fulgurante, en la que de unos pocos giros, pasó de la cola a la zona media, convencido que las sensaciones de las últimas carreras seguían en aumento, como su confianza con una moto nada sencilla de pilotar. Una moto a la que Rossi, en su versión oficial, escucha pero no entiende, y con la que el valenciano cada vez se maneja mejor en el complicado arte de sentir lo que dice tu moto y dejarlo escrito en trazadas sobre la pista, haciendo ambos dos ( y los que no se ven en la pista) un gran trabajo de equipo.

Tan bien hay cosas que no cambian, como la mala suerte de Toni Elias, que acabo por el suelo con una espectacular caída tras un contacto con poco tacto con Capirossi. Tan poco tacto, como comunicación fluida tiene el manresano con su equipo. Y no lo digo yo, lo dijo él mismo en el Foro Buckler el pasado viernes. Fue claro, directo y sin medias tintas, "no he tenido, ni tengo una buena comunicación con mi equipo y así es difícil" Difícil como dijo que estaba siendo este año, en el que estaba madurando, sopesando opciones para un futuro incierto próximo a despejarse, un futuro que parece que se aleja de Moto GP, aunque según sus palabras apurará las opciones por seguir en una categoría en la que cree que tiene sitio y cosas por demostrar.

Aquí opino tan directa y claramente como tú: Yo también lo creo, pero si no consigues el deseo de quedarte y demostrar, no te apures, que también hay vida más allá de Moto GP y donde fueses, te estaremos animando, para que la sonrisa de campeón vuelva a ti.

Imagen: www.motogp.com

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