Soy muy refranera, lo reconozco, pero es que en los refranes se esconde mucha sabiduría popular y grandes verdades.
Para hablar del mundial de moto dos, recurriría a uno muy castizo: “Hasta el rabo todo es toro” que bien podría definir la lucha que se ha preparado para lo que resta de competición entre Marc Márquez y el alemán Stefan Bradl. Algo que tras las primeras entregas de este Mundial parecía impensable visto como había comenzado para uno y otro la temporada. Uno parecía tocado por la varita de la diosa fortuna y el otro parecía no encontrar su sitio en su nuevo escenario.
Ahora visto lo visto en estas últimas semanas, se puede aplicar el siguiente dicho: La risa va por barrios y ahora la zozobra y la preocupación tienen acento alemán y la confianza y motivación extra tienen nombres y apellidos, Emilio Alzamora, Santi Hernández, Julià Márquez y sobre todo el nombre del principal protagonista: Marc.
Este pasado domingo, el ilerdense buscaba su cuarto triunfo consecutivo ante Bradl en una lucha que en los instantes finales y con Andrea Iannone lanzado en busca de su segundo triunfo tuvo algún momento complicado para la aparición en escena de Alex de Angelis en su particular lucha con Bradl por seguir al 29, demostrando que “Tres son multitud”.
Superado el escollo sanmarinense, la lucha por situarse en el cajón de la carrera de Brno, quedaban algo más de 10 km para elegir al portador de la corona de laurel, un objetivo y tres candidatos, dos de ellos con algo más en liza que un triunfo en territorio checo.
Fueron dos vueltas con mucho en juego que dieron mucho jugo a todos los aficionados de este deporte y en las que al final la suerte sonrió al italiano y dejo al catalán a 167 milésimas de volver a ser el más listo de la clase. Fue un segundo puesto que tuvo un mejor sabor al cruzar la meta por delante de tu máximo rival, más si cabe si aplicamos el un grano no hace granero, pero ayuda al compañero: y es que la diferencia sigue reduciéndose y la figura del 93 creciendo, para admiración de sus seguidores y rivales.
Más allá de la lucha por la zona noble, también hay que destacar el trabajo de Aleix Espargaró, que sin estar al 100 %, conseguía una meritoria sexta plaza, aunque quizás lejos del papel, papel que se esperaba que tuviera en la categoría intermedia, pero demostrando que en la segunda mitad del año motero, el chico 40, tiene mucho que decir.
Es una situación compartida con otros nacionales de la categoría como Rabat o Cardus, que poco a poco siguen afianzándose en el mundial y que ahora en la hora de la verdad, van a devolver con resultados la confianza otorgada.
Mi última mención para Julián Simón, al que de momento el refranero le esta fallando. Dicen que el trabajo da sus frutos y a el toledano, tras su dura recuperación, no le ha acompañado demasiado la diosa fortuna con sendas caídas en Alemania y la República Checa. Con la pierna todavía maltrecha tiene, un nuevo dolor que superar, el dolor del dedo, que seguro que será menor que la impotencia de no poder terminar una carrera, en un fin de semana especial por todo lo que había sucedido en su pueblo. Tranquilo, Simón, como decía al comienzo el refranero es sabio y seguro que más pronto que tarde estas celebrando un triunfo, haciendo bueno eso de “ El que la sigue la consigue”.
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