Assen ya era territorio conquistado para Márquez, pero el ilerdense no es un hombre que se conforme y este fin de semana ha vuelto a demostrar que es un monstruo, montado sobre una moto, un crack, un coco privilegiado, que pasa del cero al 25, en unos días, que se rehace, confía en el trabajo del equipo elegido para seguir puliendo el diamante en manos de Alzamora, una joya sobre y al bajarse de la moto.
No puedo evitarlo, el turco me parecía un elemento atractivo para fomentar la competición por su capacidad para correr, buscando el límite. Pero ahora, lo veo rodar y pienso en Simón, viendo la carrera como yo por la tele y pienso que no es justo y no me alegra que haya conseguido estrenar su palmarés, no se si será un pensamiento muy deportivo, pero es el mío.
Kenan fue segundo, por detrás de Márquez que rompió el ritmo intercambio de relevos, que junto a Smith habían estado llevando a cabo a ocho vueltas de final y tuvo tiempo de pensar curva a curva, que volvía a ganar, que ascendía en la clasificación y que la temporada es muy larga, y mejora, pero no con la regularidad necesaria, aunque a los genios, la ración extra de talento, les puede ayudar.
Además en Assen comprobamos, que Bradl es humano, y que la suerte no siempre viaja a velocidad de crucero sobre el chasis de la Kalex. El alemán se fue al suelo, en un choque con un piloto y puso el primer borrón, aunque no buscado, a una temporada perfecta, tan perfecta que todavía le permite ver en la lejanía a los demás competidores.
No fue el único de beso el asfalto remozado de Assen, más de una docena lo hicieron, entre ellos varios españoles. Forés, Noyes, Pol Espargaró, en un fin de semana donde el resto que termino la carrera lo hizo coqueteando con los puntos, como fueron , Espargaró ,Morales o Cardús , o con buena nota como Rabat que sigue creciendo cada día un poquito y que redondeó un fin de semana Amazing, para el Blue Sense.
Fuera de pistas, estaba Elena Rosell, protagonista, tanto o más que Márquez y compañía del fin de semana. Elena hizó historia, y su historia en Assen tendrá más episodios, seguro. Ha planteado su presencia en la catedral pasiones enfrentadas, habitual en el mundo del deporte, sobre la conveniencia o no de pilotar en Holanda o el fin que buscaba su equipo.
Obvio es que llevar por primera vez a una mujer al mundial, te da repercusión mediática, además de ser una jugada arriesgada sobre todo para la que va a montar la moto. No conocer la categoría, no conocer la pista, te obliga a ser valiente y la levantina lo fue, pero quizás no era el momento, o había que haber tenido más rodaje con la moto que iba a formar parte del engranaje perfecto.
Elena tendrá una segunda oportunidad seguro! buen articulo Olga!!
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