Moto 2 fue el entrante que ayer nos presentaba el menú motero y donde empezamos a rememorar como es eso de ver un español en pugnando por ganar en esta cilindrada. Ya sé que sólo llevamos dos capítulos de un cuento que es largo, pero más larga es la tradicional postura derrotista, ya nombrada en post anteriores, de los españoles que enseguida se acostumbran a lo bueno y no llevan bien que los resultados no sean inmediatos.
Un rasgo que se refuerza si se tiene presente que hay talento, mucho talento Made in Spain en esta categoría. Y esa combinación de Talento y falta de resultados, había tenido como resultado un montón de incógnitas: Que le pasa a Simón? Y a los Espargaró? Y a Super Marc? Cuando volveremos a ganar?. Incógnitas, dudas, sobre nombres y hombres no acababan de encontrar la puesta a punto perfecta de sus aspiraciones personales en este arranque, lo que ha hecho que se pongan a mil las revoluciones de los resultadistas, aunque algunos tras lo visto este fin de semana hayan soltado gas y quitado un poco de presión a esas dudas en ebullición.
Como reza el título de esta entrada, ya están aquí, ya hemos vuelto al territorio natural de los elegidos, tras el segundo puesto de Simón. El manchego, al que algunos dicen que de tan bueno y noble, le duele demasiado no cumplir las expectativas con los demás (equipo, patrocinadores, aficionados), saco ayer su primera foto con los campeones de la temporada, visito el territorio de los mejores, llevo la bandera de España hacía el cielo luso, casi a lo más alto y por si se los rivales lo habían olvidado, mostró sus credenciales de rival a batir.
Otro que volvió a sonreír a lo grande, fue Pol Espargaró. Junto a su hermano, tuvo para mí el detalle más tierno de la mañana de felicitar a su santa, por el día mundial de las mamas. Esa que pasa nervios por duplicado, que divide el envió de sus energías para darle un puntito más a la moto de los dos campeones que trajo al mundo. Esa que vio como su campeón mayor, rodaba y se quedaba fuera de carrera. Esa que seguro que vibró como muchos viendo por la tele, como un sexto puesto puede ser un triunfo, cuando hasta ahora no ha salido nada, viendo como la apuesta a progresión en Estoril, le salía bien al pequeño Pol, que volvía a sonreír con fuerza.
Ellos han demostrado que han vuelto para volver a dar guerra, otros, como Rabat, Cardus, Pons,Forés, que en cada trazado, siguen demostrando que ruedan y progresan, que cada vez están más en la primera línea de la batalla en esa jungla de asfalto que es Moto 2.
Y como no todo puede ser perfecto, después de tanta dosis de buen feeling sobre la evolución en positivo de los españoles en la etapa intermedia del mundial, nos queda el trago del 0,0,0 de Márquez. Super Marc al que todos, o la mayoría, sean del piloto que sean están deseando verlo colarse entre germanos, italianos y compatriotas y volver a deleitarse con su potencial. Un potencial que de momento no rueda en la línea resultadista que a muchos les gustaría. Pero que hará trazadas mejores por los Grandes Premios que restan, eso seguro, a los mandos del talento, como en la película :Una mente maravillosa, una mente de un caballero, bien asesorado, pero que es cortés, educado y atento por su propio cuño, que devolverá a los que de él esperan cosas buenas con su trabajo la fé invertida y con intereses… Próximamente en los mejores circuitos.
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