MVP: Mi Visión Particular ( De peinetas y manos tendidas)

Jerez si que tiene un color especial, eso cada vez nos queda más claro a los aficionados al mundo del motor. A los que se congregan allí en las gradas o a los que lo vemos desde casa, aunque no tenga el mismo calor. No es igual sentir el ruido de los motores desde la comodidad de tu zona, que en un graderío en una de las curvas más míticas de todas las que componen el mundial.

Y si a esa pasión especial, la exigencia de la competición, lo que hay en juego cada carrera y las cuitas de antaño, le unes la lluvia y lo mezclas en una coctelera, el resultado son 3 cócteles, que dejan sabor a triunfo, fracaso, frustración o esperanza según el paladar que lo deguste.

El primer sorbito: Dos de dos de Moral Alcoyana (O cómo Nico Terol, gano por primera vez en España)

La carrera de 125 cc, ha sido la única que ha repetido ganador en relación a Qatar, el piloto del Bankia, demostró el domingo, que pese a no hacer un fin de semana perfecto, ha aprendido a hacer su rendimiento perfecto cuando de verdad importa. Terol se sabe favorito para ganar, pero también es consciente de la pujanza de otros pilotos, como Cortese, en empeñarse en no dejar que sea un camino fácil la conquista del título. En lo visto ayer, el de Alcoy, tiene un punto más, no sé sabe si de moto o de bagaje, que los que le rodean, aunque ayer fuese una carrera diferente, en la que las ilusiones de muchos por acompañar a Terol en el cajón, se diluyesen como azúcar en el agua, empujadas precisamente por el agua que convirtió la pista en firme deslizante. Buena cuenta de ello dieron, Salom, Cortese, Oliveira, Vázquez, o Héctor Faubel, que por segunda carrera consecutiva ha tenido ese punto de infortunio que la impedido culminar un buen trabajo, con un pase para un escalón en el podio.

Segundo sorbo: Moto 2 ( Este trago me sabe raro) A lo bueno enseguida se acostumbra uno.

Sentimiento cien por cien español, que lleva a acostumbrase de manera rápida a que las cosas sean de una manera, sobre todo cuando algo va bien, lo que hace que enseguida dejes de creer en ellas cuando las cosas vienen torcidas.

El año pasado ver Moto 2, era disfrutar de una categoría con pugna española por estar en las primera posición y muchos habían dado por sentado que eso iba a ser así. Muchos creían que tenía que ser el año de crecimiento de Simón o el de arrasar de pequeño gran Márquez, pero como las circunstancias de carrera no han venido bien dadas, y no ha salido todo a la primera como se esperaba, espero que no se instale el sentimiento de este año no haremos nada, modo premonitorio cenizo, tan típico también en nuestro país.

El domingo gano Ianonne, una carrera de una categoría que esta siendo la que menos alegrías nos está dando hasta el momento. El guardabarros de la moto de Simón, o el infortunio de los nuestros cuando completaban buenas vueltas, Cardus, Espargaró… nos han dejado un gusto, raro como decía anteriormente. Raro y amargo para muchos, cuando vieron rodar otra vez por el suelo a Márquez. Otra vez cuando estaba remontando, aunque esta vez fuera por la inestimable y no querida colaboración de Jules Cluzel. Para muchos, Márquez, es el niño de sus ojos, el hermano o hijo perfecto, callado, tenaz, trabajador, que habla con sus actos y cuando habla es más deportivo que cuando compite. Por eso a muchos les duele que las cosas no les salgan bien, pero queda tiempo, a él y a tantos otros de los nuestros. Confió en que a medida que avance este mundial, le iremos añadiendo un poquito de sabor manchego, una pizca de aroma mediterráneo y esencia levantina y haremos de cada carrera algo más español.

Después de la mezcla de sabores que nos dejaba la plomiza mañana en Jerez, llegaba el el plato fuerte de la jornada:Moto GP, el San Francisco de las cócteles.

Y a San Francisco y al resto del santoral tuvieron muchos que encomendarse para no terminar por el suelo, como les paso a ocho de los pilotos que componen la parilla. Unos a San Francisco y otros a Santa Mesura, o Santa Inteligencia o Santa Paciencia. Mesura a la hora de correr bajo la lluvia y que sus deseos de ponerse delante, no acabaran con el trabajo de otros por los suelos. Inteligencia a la hora de llevar un ritmo regular, confiar en las opciones de cada uno y saber encontrar el equilibrio que evitará que tus huesos y tu chasis terminará rodando. Paciencia para no acelerarse como una moto cuando haces una mala salida y todos te pasan, paciencia para no dejar que el dolor te afecte y poder seguir cual hormiguita, avanzando hasta llegar a la cabeza, o paciencia para que al verte rodando por el suelo, con menos ayuda que el que facilito que rodases por la pista jerezana, concentres toda tu rabia en una sola manifestación y tengas la habilidad de hacerla universal para todos los que te están viendo.

Ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras y de gesto de Stoner y su flema “casi británica” a la hora de encajar una disculpa pública de un “viejo amigo”. Que hay más bonito que interesarse por la salud de los conocidos y admirar sus ganas de seguir haciendo bien su trabajo por encima de su brillantez de ideas a la hora de plasmarlo. Sobre eso se ha escrito mucho, y quien más quien menos se ha posicionado. Yo desde aquí prefiero quedarme con otro momento.

Me quedo con el Gran Carrera, Gracias Dani, palabras cruzadas de Pedrosa y Lorenzo, siete segundos en una imagen de televisión, que son mucho si pensamos que en cualquier otro momento no muy lejano, estos gestos de reconocimiento habrían sido impensables. Me gusto, para mí fue lo mejor del GP, un Gran Paso hacía la normalización de la relación de dos ganadores natos, dos competidores, que van a luchar por tratar de ser el mejor, en la carrera más exigente, pero puede que esta vez sin tantos misiles cruzados y con más respeto, y con reconocimiento. Posteriormente ambos juntos en el Telediario, reconociendo el trabajo del adversario, rival, pero no enemigo, llevando más fair play a su particular camino hacia la gloria…

Me quedo con eso, con la humanización de una lucha de intereses y competitividades con demasiadas cosas de por medio y con dos motores principales, que espero que el único ruido que hagan sea mientras compitan para el disfrute de los que los admiran, y que quienes los admiran, aprendan de sus idolatrados, en caso de que aún no lo hagan, a ponderar las cosas buenas del otro.

Igual hace falta tiempo y paciencia, pero de eso de momento, nos sobra…

Pdst: Paciencia y trabajo para Pedrosa y Bautista, os esperamos a todo gas en Estoril.