domingo, 30 de septiembre de 2012

MVP:" El Baile de Salom"

Si uno esta preparando una ocasión especial durante varios días y en el momento de ultimar los detalles, una de los ingredientes vitales te falla, puedes pensar que has arruinado todo lo preparado.

Algo así ha pasado en la vuelta de calentamiento de Moto 3, cuando la moto de Maverick Viñales ha vuelto a dar la enésima muestra de necesitar mejorar muchos aspectos, si se quiere refrendar el pilotaje del gerundense, con las serias opciones de optar a un título que ha quedado casi imposible.

Haciendo un simil con la época del instituto, como si preparando en baile de fin de curso, uno de los candidatos a rey del baile, no acudiese al mismo por tener un problema en los zapatos.

Pero el baile, este baile vibrante que es cada carrera de Moto3, no sé para, no pierde ritmo. No hace falta más que el banderazo de salida, para comenzar a olvidar que falta una de las piezas claves del mismo.

Unos instantes para que Folger, Cortese, Vázquez, Rins, Khairudin, Salom y hata ocho pilotos que rodaban en el mismo segundo, le hubiesen puesto el sonido de" La marcha de las Valkirias",no sólo a lo que sucedía en la pista, sino en el corazón de todos los que desde Motorland o en sus casas lo estaban viendo.

Tempo acelerado, adelantamientos apurados, relevos al frente, correr con cabeza, luchar por ganar, tratar de no caer y girar, seguir girando, rodando en un baile camino de la victoria.

Vuelta a vuelta, nombres a nombre, Rins, Vázquez, Cortese, Folger, Salom buscaban inscribir su nombre en la nómina de ganadores de este círcuito, tener el título de Reyes de Baile de Aragón.

Como en cada Gran Premio, el espectáculo que los pilotos de esta categoría ofrecen es impagable, ni siquiera se paga con una corona, aunque esta sea ficticia, en uno de los mejores trazados del mundial.

Cada curva, en cada giro de Motorland, tenía la cadencia de un vals, lenta y suave, con la pasión y temperamento de un tango y con el ritmo y la agilidad de una jota, curioso cóctel para este baile que terminó del mejor modo posible, con una victoria local.

Quizás este Gran Premio ha sido un poco diferente al esperado, ni ganó Viñales, ni Cortese, ni siquiera Folger pudo ratificar la primera pole de su carrera, pero eso no lo hace menos emocionante.

La corona real fue para alguien que ha demostrado adaptarse a todo, crecerse, sumar poco a poco, no callarse si las cosas no funcionan como cree y que ha repetido el dulce sabor de la victoria, ha cerrado los ojos escuchando la melodía que recordaba que había ganado y ha disfrutado del  vaiven de emociones que le llevaban, de su caída de ayer a la segunda posición en la general del Mundial.

No fue el baile de Sandro, ni el de Mack, lo de hoy en Moto 3 fue el Baile de Salom.

Foto:As.com

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