Me parece que este título es el resumen perfecto para la carrera de Moto
GP que hemos visto esta mañana, una carrera que ha tenido los mismos protagonistas
que en el resto de grandes premios: Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa o últimamente
Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo (por ese orden en cuatro de las cinco últimas carreras)
y un compañero de podio, que es quien da lustre y emoción a unas normalmente
descafeinadas sucesiones de vueltas en esta categoría.
En esta ocasión el uno volvió a ser Dani Pedrosa, que ganó y no esa
victoria sólo le ha permitido rascar cinco puntos en esa particular lucha por
tratar de conseguir el campeonato mundial. La mejor temporada de su historia y
va camino de ser sólo segundo. Eso sí todo sigue normal, si nadie comete
errores o tiene incidentes como los que ya han tenido. De nada habrán valido,
el mayor número de triunfos, el récord de puntos y todos los registros que este
año esta acumulando, hasta este momento sólo le sirven para tener un bien, para
ser el segundo de los elegidos.
Segundo, número dos, ese es el puesto que hoy como en Motorland ha
ocupado Jorge Lorenzo. El mallorquín corre últimamente con la calculadora en la
cabeza. No es su intención inicial, la ejecuta sobre la marcha. Sale, tira,
prueba su Yamaha contra la Honda y cuando el cuerpo a cuerpo podría suponer
arriesgar demasiado, recuerda que un cero a estas alturas sería un grave error.
No es que le guste al campeón que lleva dentro, ganar siendo regular y no ganar
ganando, pero al fin y al cabo, se recuerdan los títulos y momentos puntuales
del camino, no la cantidad de veces que hiciste sonar el himno para acompañarte
en el día a día hace la Gloria.
Tres, normalmente el tercero en discordia suele ser el que sobra. Estos
últimos años en Moto GP, es el que pone un poco de salsa en cada círcuito.
Dovizioso, Crutchlow, Spies, o como el el caso de hoy Álvaro Bautista. Lo del
talaverano hoy estaba claro, se le veía en los ojos ese brillo especial del que
sabe que tiene en sus manos feeling para hacer algo importante.
A Bautista siempre le brillan los ojos, pero no con el brillo de hoy, le
brillan ya que tiene hambre por seguir haciendo cosas grandes, seguir buscando
un rincón para crecer, para encontrar su camino regular entre los mejores. Le
brillan aún cuando el infortunio le sonríe y tiene un fin de semana para
olvidar. Es agradecido, al trabajo que hace, a los que apostaron por él, a los
que le alientan desde casa, por todos a los que hoy ha hecho felices con su TT.
Talento talaverano frente a impulso inglés, un duelo que ponía los frenos
y las emociones al rojo vivo. Una pelea que se ganó en la táctica, esa que
confesaba el piloto del equipo Gresini en la zona de prensa:” Darle aire y
distancia para evitar calentones innecesarios y llegado el momento atacar” y
vaya sí lo hizo.
Atacó, pasó, tiró, se llevo al límite, mientras a quienes empezaban a
brillarles los ojos eran a todos los que contemplaban como estaba a punto de
producirse el primer triplete español en la categoría reina. Le cerró las
puertas al inglés, le forzó a calentarse en el empeño de pasarle, tanto que su
moto terminó por no poder con el ritmo manchego, en el momento en el que la
alegría contenida de los aficionados explotaba por lo que estaba a punto de
pasar.
Ni uno, ni dos, tres, podio completo. Premio para las virtudes de cada
uno en lograr sus objetivos, con mayor o menor acierto, en algunos casos como
el del 19 para redondear un fin de
semana perfecto. El fin de semana en el que se confirmaba su renovación por su
actual equipo, en el momento que mejor parece sentirse, en el momento que
parece que por fin Bautista encuentra su sitio.
Y no sería de recibo terminar si hablar de Aleix Espargaro, que también
se esta acostumbrando a estar en el corralito de los campeones, quien camina
con paso firme al título de campeón de los que Corren Ratificando Talento. Hoy
ha vuelto a ganar, hoy Randy no terminó, hoy su brecha es más grande, pero lo
más grande para mí son sus palabras previas a la carrera.
“ Mis momentos de mayor tensión, son cuando veo a mi hermano correr”,
algo que engrandece a una persona preocuparse más por otro que por uno mismo,
esa es una de las mayores medidas de la grandeza de uno y con las palabras de
hoy y cada imagen en cada carrera, Aleix ( si me permite tutearlo) demuestra
que es un campeón, un modelo a seguir, pues no es sencillo pensar antes en otro
que en uno mismo, no es fácil ni hablando de hermanos.
Muy interesante lo que cuentas Olga moldes para inyección de plástico
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